Buenos días/tardes/noches o cuando sea que lean esto.
¿Como están estos lectores incondicionales que no pueden dejar ni una semana pasar sin saber más cosas de mi vida aqui? Tranquilos que aqui tengo todo para quitarles el mono...jaja.
Bueno dejando atrás la boberías que a veces se me escapan, voy a hacer una entrada en el blog con dos acontecimientos más o menos relevantes que pasaron durante la semana. El primero trata del día de Australia y el segundo de la salida a Sunshine Coast al norte de Brisbane.
El día de Australia fue el pasado martes 26 de enero. Se supone que ( según me han contado ) se celebra la primera llegada del capitán Cook (que no el capitán cocina en inglés) a estas tierras. Aunque también dicen que no es un buen aniversario para los aborígenes de aquí, ya que fue el comienzo de casi esquilmación de su raza por parte de los ingleses. Bueno, dejando las historia a un lado, lo más importante fue que no tuve clase y que me levanté ese día a las tantas ( y cuando digo a las "tantas" no es más de las 9.30, porque es imposible dormir más) para no hacer nada en toda la mañana. Más adelante por la tarde-noche quedé con un compañero para dar un paseo. La impresión que me dió esta celebración es que a los australianos le es un poco indiferente qué dia sea. Apenas (exeptuando algún coche con banderitas) muestra ese patriotismo que yo creía que se manifestaba más, como algo parecido a EEUU cuando todo el mundo saca las banderas y adornos ala calle. El caso es que por la tarde nos acercamos al centro de la ciudad, la gente se concentraba mayoritariamente en South Bank ( donde están las piscinas las piscinas) y allí pasaban el día haciendo barbacoas y picnics. Habían conciertos y algo de más ambiente de lo normal pero muy parecido a cualquier fin de semana de verano. Tras dar unas vuelta por allí y después de puesta de sol (7.30 de la tarde) se dió fin al día de los australianos con fuegos artificiales lanzados desde el río Brisbane. Muy bonitos por cierto, no por los fuegos en si, sino por el lugar de donde se tiraban. Y así pasé el día grande de los Aussies.
La segunda parte de esta entrada del blog trata sobre mi salida al Sunshine Coast. Otro lugar por exelencia de playa para los de Brisbane. Esta costa tiene más de 100 km de diferentes poblaciones y sus urbanizaciones y es algo diferente a Gold Coast al sur. En primer lugar esta vez fui con mi amigo brasileño Rafael y esta vez para tener mayor libertad de movimiento, fuimos en coche alquilado. Partimos de Brisbane un poco perdidos por encontrar la salida de la ciudad y por la conducción por el lado izquierdo. Además, la compañía de coches de alquiler no tenía GPS y nos movimos con mapas, que en ciertos momentos nos despistamos pero no nos llegamos a perder. Tuvimos muy mala suerte porque el tiempo no nos acompañó, el calor era sofocante pero estaba muy nublado y a veces caían unas tormentas que flipábamos. Es como si en un minuto te echaran un cubo de agua encima, totalmente tormentas tropicales. Lo que iba a ser un día de playa se convirtio en una ruta más o menos turística. Empezamos yendo hacia al norte por la autopista y a unos 90 km nos desviamos para nuestro primer destino: Caloundra. Un lugar no muy diferente a los que te puedes encontrar en España en un lugar turístico. Muchos hoteles a las orillas de la costa, aunque no tan espectaculares como Gold Coast, con sus restaurantes y demás para el turista. Las playas se me asemejaban a las de Fuerteventura, grandisimas y amplias con gente practicando kitesurf pero no estaba la cosa para bañarse, tanto por el tiempo como por la peligrosidad del mar. Igual que en Gold Coast, la zona de baño está delimitada por unas banderas, pero ese día ni eso se podía hacer. Pues nada, continuamos la marcha hacia el norte por carreteras de la costa bonitas y a diferencia con lo que yo he visto es que la vegetación es tan abundante, selvática, que los árboles llegaban hasta el mar y casí el batir de las olas llegaba a tocar los troncos y las ramas. Todas las poblaciones eras muy parecidas, es muy curioso porque a diferencia de un pueblo en España, uno siempre va al "centro" de tal pueblo, donde estará su placita con el ayuntamiento y la iglesia. Aqui es todo residencial, no hay "centro del pueblo" como lo conocemos nosotros y llega a ser bastante monótono porque no encuentras singularidades. Todos estos pueblos tienen zonas residenciales como todas, con sus casas bajas y jardines, algunas también edificios altos como hoteles, la zona de los ricos donde hay canales o rías en las que las casas están a su rivera y tienen un pantalán para ellos solos con sus barcos. Y por último, la avenida principal y ancha de 2 o 3 carriles con todo tipo de comercios como restaurantes, supermercados, tiendas...Es una pasada lo que hay, es una sociedad mucho más consumista que la nuestra y ya es decir. Eso se nota porque nunca había visto tanta densidad de comercios en un pueblo. Bueno,pues así fuimos pasando hasta llegar a Noosa. Noosa es algo diferente a lo anterior, es un pueblo costero en una bahía preciosa con casas bajas y un ambiente surfero. Fue lo más bonito del día porque encima nos acompañó el tiempo allí y pudimos bañanos en alguna de sus calas pegadas al parque nacional que está al lado y que se puede recorrer a pie. Poco a poco fue pasando el día y a media tarde nos volvimos a Brisbane sin prisa pero si pausa para entregar otra vez el coche antes de que cerraran, ya que ninguno se quería quedar con él para no madrugar al día siguiente y tener que volver otra vez a casa en guagua.
En conclusíón, me ha parecido que no ha estado mal las cosas que he visto. Pero me da la sensación que este país me puede ofrecer mucho más y lo voy a encontrar. Y cómo no, ustedes serán los primeros en saberlo.
¡¡¡Besos y abrazos a todos!!!